La Tercera División dividida en tres bloques

Este sábado 28 de agosto comienza una nueva temporada en Tercera División. Este curso parece que todo está mucho más igualado que en los últimos años y parece que todos los partidos estarán más reñidos, salvando las diferencias entre los gallitos del grupo y las cenicientas. Vamos a aventurarnos y a dividir a los equipos aragoneses de esta categoría en tres bloques según sus aspiraciones y posibilidades.

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Varios son los equipos que lucharán hasta el final por conseguir una de las cuatro plazas que dan derecho a jugar el Play off de ascenso a Segunda División B. Las últimas temporadas esta lucha ha sido cosa de seis equipos, pero este año con los ascensos de La Muela y Teruel, el abanico de posibilidades parece abrirse un poco más.

El Real Zaragoza B de la mano de Larraz es el máximo candidato para llevarse el título de liga, pero los últimos fracasos del filial siempre hacen que la incertidumbre les rodee. Detrás de él aparecen dos equipos que en los últimos años han estado siempre en la parte alta de la tabla clasificatoria, pero sin acabar de rendir al nivel esperado, se trata del Ejea y el Andorra. Ambos conjuntos han configurado sus plantillas mezclando renovaciones e incorporaciones de nivel.

El Monzón debería ser el cuarto en discordia, la vuelta de Rubio al banquillo rojiblanco y varias incorporaciones de jugadores muy jóvenes pero de mucha calidad les pueden llevar a luchar por lo más alto. Los problemas económicos de la pasada campaña les resta un poco de credibilidad, pero en principio lucharán un año más y ya son varios, por ascender.

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Tras este grupo de cuatro apisonadoras aparecen el CD Binéfar y el Calatayud. Los celestes a pesar de ser un recién ascendido han configurado un bloque de garantías y su objetivo es volver a ser un grande de Aragón. La continuidad de Alex Monserrate en el banquillo da credibilidad a un proyecto que por fin vuelve a ilusionar en la localidad. Por su parte el Calatayud ha dado un golpe de efecto y tras los sufrimientos de la temporada pasada ha cambiado su plantilla casi por completo. Los bilbilitanos dirigidos por Néstor Pérez son mi apuesta como equipo revelación esta temporada, la duda es saber si lucharán por entrar en play off o su potencial sólo les servirá para luchar por disputar la Copa Federación.

Estos seis equipos son los que componen el primer bloque, tras ellos hay varios equipos que según transcurra la temporada quizás puedan dar el salto al grupo cabecero y ser los invitados sorpresa de la fiesta. Tanto Sabiñánigo, Utebo como Villanueva, los tres conjuntos han sido durante las últimas temporadas equipos de la zona media alta de la tabla, quizás ahora alguno de ellos tenga la suerte y la decisión de dar un salto cuantitativo y cualitativo a su rendimiento.

En el mismo bloque pero un poco por detrás aparecen otros tres conjuntos son el Barbastro, el Ebro y el Tauste. Esta tripleta de equipos aparecen como una incógnita, según el inicio de la liga que realicen puede ser que estén luchando por cotas más altas o de lo contrario deberán mirar para abajo e intentar luchar para evitar acercarse en exceso al abismo del descenso.

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El Barbastro sigue con su proyecto de cantera y este año ha incorporado algún futbolista veterano para dar más solidez al equipo, pero a pesar de todo la zona media parece su lugar. El Tauste sufrió la temporada pasada un calvario y a pesar del buen inicio liguero, cerca estuvo de volver a Preferente un año después. Esta temporada y con la lección aprendida intentará vivir tranquilo lejos de los últimos puestos. Por otro lado aparece el Ebro, su condición de recién ascendido no debe engañarnos, los zaragozanos han incorporado a su plantilla a cuatro o cinco jugadores de un gran nivel, junto al Calatayud pueden ser dos de las grandes sorpresas de esta liga. Pero cuidado que cualquiera de ellos puede llevarse una sorpresa desagradable y en vez de dar un salto hacía delante lo dan hacía atrás y pueden caer de lleno en el vagón de cola.

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El último bloque está compuesto por un amplio grupo de conjuntos, la mayoría de ellos recién ascendidos a esta categoría nacional, se trata de: Tarazona, Altorricón, Santa Isabel y Pomar (cuatro recién ascendidos); y también el Mallén, Giner Torrero, Valdefierro y Sariñena.

El cuarteto de equipos recién ascendidos tiene muy claro que su único objetivo es la salvación, una rápida adaptación a la categoría y la fortaleza mental serán claves para poder luchar hasta el final por un lugar fuera del infierno. Los otros cuatro conjuntos, tienen la humildad como bandera y aunque alguno de ellos como el Valdefierro o el Giner Torrero realizaran una gran campaña el año pasado, ese no les basta para quitarse la etiqueta de equipos de la zona baja de la tabla.

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Quizás la presencia del Sariñena en este grupo sea la que más sorprenda, los monegrinos llevan 25 temporadas consecutivas en Tercera División, pero en esta ocasión bajo la tutela de Eduardo Orduna han configurado una de las plantillas más flojas de los últimos años.

Esta división por bloques sólo es un análisis de la categoría, según las plantillas y las pretemporadas de los distintos equipos, ahora toca el momento de demostrar sobre el campo cada fin de semana quién es el mejor tras los noventa minutos.

!Suerte para todos!